jueves, 21 de octubre de 2010

Reencuentro

Destino, casualidad o suerte...

Una de las tardes más interesantes de mí vida, sin llegar a ser mí vida, de hecho, he viajado en el tiempo y observado desde fuera y desde dentro al mismo tiempo los cuatro años del existir de una persona, en mi opinión, ¿ejemplar?, no creo que este adjetivo le guste, de forma que intentaré buscar otros calificativos que consigan o intenten mejor dicho, describirla. Independiente, viva, consciente de si misma, de la vida, crítica, tanto con el mundo como con ella misma, sincera hasta la saciedad, reflexiva, diferente, única, especial. Ese tipo de personas que no encuentras en todas partes, que están, pero que no sabes verlos, y que una vez descubiertos te impresionan y calan hondo de ti. 

He sonreído al identificar frases propias de su día a día, le he dado la razón cada vez que observaba que defendía ideales semejantes a los míos, al ver que se cuestionaba las mismas cosas que yo, que criticaba muchas de las que yo critico y que busca en la vida lo mismo que yo, encontrarse a sí misma. Incluso he intentado imaginar que cosas podían haber sucedido que causaran en ella ese dolor, malestar... Y es que resulta muy gratificante reencontrarte a una persona que en un pasado fue importante para ti, una antigua amistad, aunque ésta en particular, marcada por el carácter inocente de la infancia. Y resulta más gratificante aún descubrir que se ha convertido en una bellísima y gran persona, además de, y esto lo valoro mucho, inconformista y narcisa. 

Es extraño que los caminos de la gente se crucen más de una vez en la vida, pero resulta muy favorable para nosotros, porque podemos recuperar relaciones que se perdieron en el olvido, pudiendo ser en esta ocasión mucho más profundas, diferentes. Antiguas amistades que te hacen sonreír cuando los recuerdos vienen a tu pensamiento.

Hay cosas que ahora te preguntaría, cuestiones que un día no muy lejano en el tiempo te haré llegar en persona, preguntas como: ¿Porque ese nombre? ¿Cual es el porqué de ese dolor? ¿Quien es la profesora que desprecia tu arte? 

No voy a concluir diciendo, no cambies nunca... es más, cambia, día a día, experimenta todo lo que la vida te permita experimentar, y incorpora a tu definida personalidad solo aquello que te convenza, aquello que disfrutes, aquello que te haga vivir. Porque el cambio y la experiencia es lo que nos hace encontrarnos a nosotros mismos, lo que teje nuestro yo más sincero e interno.

Con ganas de compartir una extensa conversación contigo, que estoy segura, será muy interesante.


Recuerdos.
M.F.P.

1 comentario:

  1. Gracias por haberlo leído todo, de verdad. Muuuuuchas gracias Andrea.. ;)

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