jueves, 16 de junio de 2011


Estoy perpleja. Me es imposible asumir como ha desaparecido una de las más sólidas convicciones de Asia, aquella que le da el nombre. No ha sido un cambio lento, profundo. No tiene ninguna base sólida sobre la que sostenerse. Se ha producido sin punto de apoyo siquiera. Ha sido un cambio en el aire. No lo entiendo y me molesta no entender algo. Asia por las cercanías de Cuba. 
No, no lo entiendo. "Que más da el lugar, la cuestión está en alejarte"- me dijo. Es tan impropio... para ella el lugar era la clave. Asia es exotismo, libertad, humildad, sencillez, honestidad, vida. El nuevo destino es miseria, falsedad, sobresaturación, hipocresía, agonía... Es algo parecido a la otra cara de la moneda. 
En realidad si sé donde se articula este cambio, en un sueño ajeno, en un sueño ajeno plagado por un agrio sabor de aquello caduco por el paso del tiempo. Sin embargo, a pesar de saber cual es su punto de apoyo no entiendo el cambio.

Metamorfosis.
M.F.P.

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