martes, 3 de abril de 2012

- Creo que existen los valores puros, transparentes, estériles.. Existe la amistad, existe la sinceridad, existe la honestidad... sí, todo esto existe; pero vamos contaminándolo con nuestras acciones, vamos ensuciándolo, degradándolo, muchas veces hasta tal punto que se vuelve irreconocible, otras sin embargo nos damos cuenta de ello es intentamos volver atrás. Pero el volver atrás es un hecho de por sí inconcebible, el tiempo avanza linealmente en una única dirección. Podemos seguir creyendo y teniendo fe en esos ideales, o puede que no creamos pero que sin embargo les demos la oportunidad de..., el beneficio de la duda, el poder seguir y no necesariamente hacer un corte limpio, un borrón y cuenta nueva; más no por ello vuelven a su estado de esterilidad. Siempre que echemos la vista atrás nos daremos de bruces con esos rayajos que hay en lo que fue una hoja de papel blanco, siempre recordaremos la traiciones, siempre las decepciones y siempre dolerán.
- No podemos dar marcha atrás, pero existe el perdón, perdonar es olvidar.
- Por supuesto, perdonar es olvidar; más se perdona una vez, puesto que se hierra (inconscientemente) una vez; cuando el error se comete en más de una ocasión, ya no se puede perdonar, porque ni tan siquiera el hecho de pedir ese perdón te parece sincero. Aún así, la gente está acostumbrada a errar, olvidar el error y a volver, y por el mero hecho de no pedir tu explicaciones o no recriminar no significa que olvides, que perdones... Te sigue doliendo, lo sigues recordando, y cada vez que apelan a ideales puros no haces otra cosa que pensar: ¡hipócrita! ¡eres indigno de apelar a esos ideales! ¡y me lo voy a creer! ¿me ves cara de estúpido? Y es un rencor que vas acumulando, y que con el tiempo corroe todo lo bueno que pudo existir. Así son las cosas, una gota de ácido que no se limpia acaba por corroer toda la superficie.
- Pero entonces no te crees el curso de las cosas, no crees en nada de lo que suceda, no crees aquello que estás viviendo.
- Por supuesto que no. Las personas a martillazos te quitan la capacidad de creer. Todo te marca y transforma irremediablemente. Y te duele no creer, te duele no perdonar, te duele no olvidar... pero ¿cómo hacerlo si nadie se arrepiente de nada? Si para nadie ha pasado nada.
- Es un tremendo error, ¿como van a pedir perdón si no saben que te duele? ¿como hacerlo si no saben lo que sientes? No puedes esperar que lo adivinen.
- Puedo esperar lo que me de la gana, porque quien ha hecho daño y ha traicionado no he sido yo, han sido ellos. Así que si alguien tiene derecho a esperar algo soy yo.

M.F.P.
Metamorfosis

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