martes, 23 de noviembre de 2010

Tú solo ante una página en blanco

Bolígrafo en mano y a escribir, no te detengas que el tiempo corre...
     Pensar en este año en particular... meditar sobre aquello que lo hace diferente de los demás, preguntarte que tiene de especial que lo convierta en el más temido, el más imponente, el más insuperable, el más huido...
Y darte cuenta, que aquello que posee es simplemente un folio en blanco, un folio donde tú empiezas a escribir la historia de tu vida, tu camino. Y es que siempre nos han ofrecido una plantilla, siempre una historia ya escrita que tu simplemente tienes que completar... Siempre has podido usar la goma porque lo escribías a lápiz...
     Lo que nos asusta... es encontrarnos ante un folio en blanco con un bolígrafo en la mano, obligados a escribir... forzados a comenzar la narración, sabiendo que cada error será un tachón, y siendo conscientes de que todo lo que escribas estará dentro de tu historia.... Estás condicionado, debes comenzar la redacción sin tener siquiera claro el tema, sin tener noción de los argumentos, sin poseer la conclusión... es una historia improvisada, narrada a contrarreloj.
     Eso es precisamente este curso, nuestro folio en blanco. Llega el momento en que tienes que comenzar a escribir, y si tienes claro el tema, es una base por donde comenzar, pero aún así no es fácil, tienes que buscar las palabras adecuadas, ordenar los argumentos, hacer que tenga coherencia y una estructura. Pero si ni tan siquiera tienes eso, escribes con los ojos vendados, mueves el bolígrafo a ciegas, y deseas que de entre todas las palabras que plasmas en el papel haya alguna que te llame la atención, que se ilumine cuál bombilla en la oscuridad y te muestre el camino.
     Es por eso que esto supone un reto, es por esto que atemoriza, que asusta, porque te enfrentas solo a tu destino, porque cada línea que escribes influirá en la redacción, y de cada una de ellas dependerá que esté aprobada o suspendida, y esto determinará que puedas continuar tu libro, o tengas que romper los folios y volver a comenzar la narración.

Una conducta ensimismada.
M.F.P.

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