miércoles, 16 de febrero de 2011

desde mi burbuja aislada.

Buscar aquello que quieras encontrar en ti mismo, solo allí lo hallarás.
Andar sin rumbo por las grises calles desiertas, detenerte en cada esquina, mirar por mirar, hacia cualquier sitio, y a ninguna parte, dar vueltas y vueltas que incrementen tu desorientación... cogerte la cabeza entre las manos, reunir fuerzas, encontrar tu voz, coger aire, levantar la cabeza y gritar al vacío, un grito que contemple todo tu caos interno, como si con ello pudieras librarte de él... y nadie te contesta, solo el eco de tu voz que cada vez queda más lejano y atenuado... hasta que se vuelve imperceptible, y vuelves a la insoportable sensación de aislamiento e incomunicación, una barrera has creado entre el mundo y tu que no desparece, precisamente porque te esfuerzas por mantenerla en pie, quieres que continúe ahí, en un vano intento de protegerte de lo ajeno a ti, de la humanidad, del conjunto en sí,  aislarte de su dolor, volverte inaccesible para éste, adquirir una ilusa inmunidad, y pretendes que sea al mismo tiempo un método de protección de tus ideales, originalidad, personalidad... un intento de mantener tu individualidad, de estar por encima del conjunto social sujeto a normas convencionales e infinitos sinsentidos. Un intento de objetividad, verlo todo desde fuera sin tomar parte de él. Aunque dudo de que sea realmente factible, y si lo es, no tiene los resultados deseados.


Una conducta ensimismada.
M.F.P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario